sábado, 31 de octubre de 2009

La Idea del Bien y su analogía con el Sol

En la revista de filosofía A Parte Rei podemos encontrar un árticulo en que el autor comenta algunos aspectos de la Idea del Bien en Platón. En un apartado trata expresamente de la analogía de ésta con el Sol y he seleccionado algunos párrafos que resultan claves:

En la República, Platón no hace un estudio sistemático y detallado de la Idea del Bien sino que prefiere abordar la cuestión de una manera indirecta, es decir, comparándola con algo a lo que puede parecerse mucho. Diremos entonces que la va a explicar por analogía con el Sol y que por ello podemos considerar que las funciones del Bien en el mundo inteligible respecto del alma y las ideas, es similar al comportamiento del Sol respecto de la percepción visible y los objetos.

Platón presenta nos describe dicha analogía resaltando en ella dos dimensiones: «la epistemológica y la ontológica. Epistemológicamente, igual que el órgano de la visión necesita que la luz que emana del Sol irradie los objetos mundo visible para ser percibidos, el alma necesita una cierta luz emanada del Bien para aprehender o concebir los objetos del mundo inteligible».

En cuanto al ámbito ontológico, «la analogía presenta comparativamente los efectos o manifestaciones causales del Sol y el Bien. Como el sol “engendra”, así también el Bien es fuente de generación. Y de la misma forma que lo engendrado ha de guardar una cierta semejanza con lo que engendra, así el mundo sensible ha de asemejarse a la estructura del “logos” del que participa. Así, nos dice, mientras que el Sol proporciona a los objetos del mundo sensible el hecho de poder ser percibidos, su generación o aparecer a la existencia espaciotemporal concreta y su crecimiento […], el Bien proporciona a las ideas el hecho de ser inteligibles (o aprehensibles por el alma), el ser o existencia y su esencia».

El Sol es el punto central y más elevado del mundo sensible, así como el Bien es el punto central y más elevado del mundo de las ideas. Por eso, el Bien es aquello que hace verdaderos (es decir, reales desde un punto de vista ontológico) a los objetos del conocimiento, a los que proporciona tanto la esencia como la existencia.

Diremos entonces que el Bien es el fundamento de las Ideas y del conocimiento que podemos tener acerca de éstas. Por muy hermoso que puedan ser el conocimiento y la verdad, debemos pensar al Bien como otra cosa distinta y más bella. «Así como el Sol es lo que dirige y posibilita el dinamismo de esa realidad de abajo (el cambio, la vida, el devenir) y, en consecuencia da el ser a lo espaciotemporalmente concreto siendo, con todo, algo que supera en dignidad y poder todo lo que deviene, Platón presenta al Bien como fuente y dueño de las cosas de arriba, productor y dueño del modelo eterno. Siendo esto así, es decir, aceptando que el Bien no es esencia, sólo impropiamente podemos considerarlo como una idea. Es “idea” en la medida en que forma parte de esa otra realidad inmutable y eterna, siendo la fuente de la misma. No es “eidos” en la medida en que su naturaleza no es esencial».

«La idea del Bien en la República», Salvador Sánchez Saura, A Parte Rei, revista de filosofía, nº 12.
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/salvador.pdf

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